GEORGE ORWELL - 1984

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1984.

¡Genial!, ¡sencillamente Genial!. Que este libro fuese escrito en 1949 lo hace únicamente mas genial aún. ¡Cuantas películas se han basado en este libro!, Matrix y Equilibrium me vienen enseguida a la mente. Cuantos gobiernos de hoy en día se ven retratados aquí!. Para no ir mas lejos, ¡¡Cristina I de Argentina y sus acólitos me huelen muuuucccchhhooooo a la Big Sister y el Partido Interior!!!.
Me pasó algo extraño con este libro, la primer mención del mismo surgió con la novela de Murakami 1q84, que a decir verdad, no tiene nada que ver con esto, pero tanto autor como reseña se refirieron al universo "orwelliano" (si es que tal cosa existe). Luego, en la biografía de Steve Jobs, volvió a aparecer este libro cuando contaban del primer anuncio televisivo de Apple en el que enmarcaban a IBM con la figura del "Gran Hermano" y que Apple venía para destronarlo. Finalmente, mirando una mesa de ofertas en una librería de la calle Corrientes me choqué con este pequeño Gran Monstruo. Su precio: $49 (u$s 10). Estuve al borde de no llevarlo cuando me dí cuenta que la librería era Cuspide, que posee el mejor programa de fidelización que he visto hasta el momento: 10 puntos = $1. ¿Cuantos puntos tenía?, adivinaron 490...
Demasiadas señales para ser ignoradas. El universo quería que lo leyese, ¿quien soy yo para discutir con las fuerzas paranormales?. Leído está. ¿Tengo alguna primer conclusión que compartir?, por supuesto. Cuidado con los locos que gobiernan y doblan la apuesta cada 5 minutos, nadie, ningún poder superior los va a detener. Nosotros, "los proles", estamos condenados de antemano si no alzamos la voz.

Nunca hago esto, pero voy a transcribir un párrafo que quiero tener siempre a mano.
[...] Se espera que hasta el mas humilde de los miembros del Partido sea competente, laborioso e incluso inteligente -siempre dentro de limites reducidos, claro está-, pero siempre es preciso que sea un fanático ignorante y crédulo en el que prevalezca el miedo, el odio, la adulación y una continua sensación orgiástica de triunfo. En otras palabras, es necesario que ese hombre posea la mentalidad típica de la guerra. No importa que haya o no haya guerra y, ya que no es posible la victoria decisiva, tampoco importa si la guerra va bien o mal. Lo único preciso es que exista un estado de guerra. La desintegración de la inteligencia especial que el Partido necesita de sus miembros, y que se logra mucho mejor en una atmósfera de guerra, es ya casi universal, pero se nota con mas relieve a medida que subimos en la escala jerárquica. Precisamente es en el Partido Interior donde la histeria bélica y el odio al enemigo son mas intensos. Para ejercer bien sus funciones administrativas, se ve obligado con frecuencia el miembro del Partido Interior a saber que esta o aquella noticia de guerra es falsa y puede saber muchas veces que una pretendida guerra o no existe o se está realizando con fines completamente distintos a los declarados. Pero ese conocimiento queda neutralizado fácilmente mediante la técnica del doblepensar. De modo que ningún miembro del Partido Interior vacila ni un solo instante en su creencia mística de que la guerra es una realidad y que terminará victoriosamente con el dominio indiscutible de Oceanía sobre el mundo entero.[...]
Frente para la victoria, La Cámpora, los soldados de Cristina, La corporación hegemónica de medios, 678... ¿les suena?, y la lista sigue y sigue.
Quizás, si el contexto político en el que vivo fuese otro no hubiese valorado tanto esta obra. Pero, como dice un amigo: "Es lo que hay."


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