Gran, gran, gran, gran libro. MUST READ!!!. Marcelino Cereijido es doctor en fisiología, y le da una vuelta de rosca al tema de la "hijoputez", como lo define el mismo. Tratando de encontrar, ademas de obvias raíces culturales, raíces biológicas. Intentando responder una pregunta ¿Nos hacemos hijos de puta (raíces culturales)?, ¿o somos irremediablemente hijos de puta (raíces biológicas)?.
Hay libros de los que no se vuelve, uno entra de una forma y sale totalmente transformado. Este libro es de ese estilo, y ampliando un poco diré que en general todo lo que leo tipo ensayo o divulgación, y porque no, libros técnicos relacionados con mi actividad, dejan su huella en mi persona. Pero si además está escrito por un maestro del sarcasmo y la ironía, entonces adquirir conocimientos se torna en un viaje por demás divertido y placentero. Un millón de gracias a Santiago Roca de Tusquets Editores quien continúa atorando mi intelecto con esta interminable degustación de libros. La cubreportada llama poderosamente la atención, y si bien ya lo tenía fichado de mis habituales recorridas por las librerías, grande fue mi alegría al caerme de arriba como maná del cielo. Si tengo que criticarle algo diré que extiende un poco el final relatando algunos episodios que se van un poco del ensayo en general (puntualmente el relato sobre Drácula), pero en semejante libro lo doy por perdonado. Mayoritariamente lo leí yendo y volviendo del trabajo en el subte. Fue muy divertido ver las caras de la gente intentando asegurarse que estaban leyendo correctamente!. Transcribo a continuación algunas perlitas para no olvidarlas.

[...] no me siento autorizado para decir que este texto es de "divulgación", pues no se trata de hechos e interpretaciones que compartirían todos mis colegas y que yo ahora "cuento en fácil". En cambio, llamándolo "ensayo", es como si advirtiera que aún en el caso de que mis ideas lleguen a entusiasmar e incitar al debate, conviene leerlas con cautela, recordando en todo momento al opinión de Montaigne: "Nadie está libre de decir estupideces / lo grave es decirlas con énfasis." [...]

[...] Por razones dinásticas, los faraones egipcios se casaban con su propia hermana para conservar el poder dentro de la familia; una suerte de cosa nostra egipcia que llevó a los egiptólogos a devanarse los sesos, en sus intentos por entender cómo sorteaban los desastres de la consanguinidad [...] Hoy la secuenciación del genoma de los faraones y sus dinastías, mediante análisis del ADN, brinda una respuesta por demás simple: nunca elegían que los sucediera en el trono a los hijos procreados con la hermana, sino con alguna concubina. No sería del todo desacertado admitir que se trataba entonces de milenarias dinastías de hijos de puta. [...]

[...] Un gerente de banco puede admirar un perro lanudo y con los pelos que le tapan los ojos, pero no un cajero con dichas características. [...]

[...] Hacia fines del siglo XX, la posibilidad de ser ametrallado en Colombia por un motociclista contratado por un puñado de billetes, o raptado y torturado, era tan alta, que un paciente le confió a su terapeuta: 'Me gustaría vivir en un país donde la paranoia sólo fuera una enfermedad.' [...]

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