MUST, MUST, OUGHT TO READ!!!. Soy una persona que crecí educado por colegios católicos, el último jesuita.  Eso hizo que tuviese una adolescencia culposa, y llegando a los 20 años empecé a cuestionar y descreer de absolutamente todo. Demasiado jóven, demasiado "inmortal", pero como sea, fui feliz.
Llegando a los 30 me casé y con la alegría de los hijos también comenzaron a llegar las "cuentas a pagar"; problemas de salud de mis niños, problemas personales, presiones laborales, etc, etc, etc. Sin religión en la que apoyarme y con un sentimiento de "infelicidad" galopante comencé psicoanálisis.
La situación comenzó a enderezarse y llegué a mis cuarenta con un saludable "agnosticismo", aunque lleno de cuestionamientos existencialistas y aún medio perdido respecto de eso que dan en llamar felicidad.
Visto de afuera, dan ganas de "romperme el culo a patadas". Sigo casado con mi señora esposa, tengo tres hijos saludables, no tengo problemas económicos y tampoco problemas de salud. Ninguno de mis seres queridos (padres, hermanos y amigos) esta atravesando una situación complicada... ¿entonces?. Entonces, si a esto le sumamos resabios de implacable culpa jesuítica, me declaro Un infeliz culpable de ser infeliz.
Toda este palabrerío confeso-introductorio para decir que: Si algo de lo que leíste hasta ahora te hace pensar que "de esa tela yo también tengo un traje". Entonces, amigo mio, este libro es para ti. Para mi, se ha convertido en mi biblia. Ni mas ni menos.
Bertrand Arthur William Russell nació en 1872 y falleció en 1970 a los 98 años, fue premio nobel de literatura en 1950 y autor del Principia Mathematica en el que trata de explicar la matemática a través de la lógica y que le valió el reconocimiento como Padre de la lógica matemática. Un monstruo, un tipo increíble, que aborda el tema de la felicidad sin fórmulas mágicas, sin hablar de energías misteriosas que regulan el universo, sino con un enfoque psicológico coloquial al alcance de cualquiera. Cuando comencé a leer este libro, y las palabras empezaron a hacer mella en mi cerebro sentí un sacudón que me recorrió todo el sistema nervioso como un tsunami de adrenalina. Estaba ante algo revelador, este hombre me estaba describiendo como quien observa una radiografía a contraluz.
Genial, sencillamente genial. No lo consigo nuevo en papel, pero me haré de una copia de esto como sea. Me he convertido en un acólito del Profeta Russell. Amén.

mas información sobre Bertrand Russell: http://es.wikipedia.org/wiki/Bertrand_Russell