¡Gran libro!. Tengo por costumbre leer varios libros en simultáneo, lo hago desde chico como forma de no atorarme con lecturas complicadas. Leer ensayos es algo que me gusta mucho, pero también es en general una tarea complicada. ¿Por que?, porque son transmisores de conocimiento, son libros que dejan huella y como tales uno no se los puede llevar por delante. Los leo, releo lo que no me quedó claro y a medida que voy avanzando y haciendo carne lo que quiere transmitir mas de una vez tengo que volver a releer grandes porciones del libro.
Pero una vez que los termino siento que salgo distinto. Arranqué el libro siendo de una forma y lo termino siendo de otra, algo quedó, algo me marcó.
Uno debería siempre tener un ensayo a "medio leer". Es algo que recomiendo fervientemente, y como no son fáciles, hay que matizarlos con unas buenas novelas de "cerebro cero".
Este libro en particular me lo obsequió Santiago Roca de Tusquets Editores, pero no vino acompañado de la necesaria y esperada inducción de Santiago.
Hombre apasionado por lo que hace, Santiago conoce sus libros y sus autores. Y cuando obsequia personalmente un libro realiza una "prólogo en vivo" hablando del libro, del autor, de los seguidores, de como llegó a la editorial y casi con seguridad alguna anécdota personal también forma parte del menú. Pero en este caso el libro llegó a mis manos por terceros, y a fuerza de ser sincero mi primer reacción fue: "¿Y esto?...". Y el pobre Gunter fue a dormir una temporada en la biblioteca de mi oficina antes de ser abierto. Grave, gravísimo error!, cuando mi prejuiciosa personalidad me deja en evidencia me siento como un idiota.
Gunter Pauli presenta una tras otra innovaciones que existen hoy en día y que harían de la vida en este planeta un camino mas viable. Pero no se queda en el concepto marketinero y estúpido de la "onda verde" a cualquier costo, en absoluto. Critíca vehementemente tecnologías de moda, como los biocombustibles:
[...]En 2006, Europa se apresuró a promover los biocombustibles, sólo para comprobar que la repentina demanda masiva de materia prima, espoleada por el deseo de los consumidores de comprar combustibles verdes, menoscababa la disponibilidad de maíz para uso alimentario. En vez de maíz apto para el consumo humano, los agricultores plantaban maíz forrajero, destinado al ganado o a la producción de biocombustibles. Los precios de este alimento básico subieron, dificultando aún mas la seguridad alimentaria en los países pobres. La carrera por asegurarse el suministro de maíz, hizo que los principales comerciantes y procesadores de productos agrícolas se enriquecieran como nunca, pero a costa de causar una gran penuria.[...]

Otro ejemplo:

[...]La preferencia por los jabones biodegradables en Europa y Norteamérica destruyó el hábitat del orangután. [...] derivados de los ácidos grasos del aceite de palma, el éxito conseguido en su cuota de mercado, incitó a los actores principales del sector a talar millones de hectáreas de selva destinándolas a plantaciones de palmas.[...] Las soluciones "verdes" con ingredientes o procesos tóxicos y efectos secundarios indeseables no están en la linea de la sostenibilidad. Es irracional felicitarse por hacer menos daño. Una solución menos tóxica sigue siendo una solución tóxica. El argumento de que un poco de contenido tóxico no hace daño se basa en la pretensión  de que algo demostradamente perjudicial, mutagénico o carcinógeno es tolerable en cantidades minúsculas. Pero no hay diagnósticos del estilo "un poco de cáncer": ¡uno tiene cáncer o no lo tiene!.[...]
Se dan una idea del tenor del libro. Plantea a partir de esto, la idea de una economía azul, que imite a los sistemas naturales, donde reemplacemos la química por la física, donde los desechos de un proceso sean la materia prima de otra, etc, etc.
Pero no se queda aquí, el señor Pauli presenta 100 soluciones desarrolladas y en funcionamiento y demuestra como son económicamente viables y cuales son las barreras que los empresarios deben superar para incorporar estas innovaciones al quehacer económico de las empresas.
Un libro que me sorprendió, me hizo replantear algunas ideas preconcebidas y cuya lectura recomiendo fervientemente.
Una vez mas, mi eterna gratitud para con Santiago Roca de Tusquets Editores.