Mi primer Galeano. Casi una enciclopedia. Infinidad de pequeñas perlas que develan un enorme trabajo de investigación, una bagaje cultural gigantesco y una sagacidad como pocas veces he visto. Estos pequeños flashes históricos van desde la prehistoria hasta el presente y vuelta al pasado. Paseándonos por todos los continentes en una suerte de sube y baja giratorio embriagador.

Galeano, plantea un recorrido geo - político - histórico - religioso, en apariencia caótico, pero conforme avanza la lectura, se va develando un hilo conductor, que de ninguna manera corre en linea recta.

Sin embargo, no me resultó fácil su lectura. Cada párrafo debí masticarlo una y otra vez, degustándolo y empalagándome rápidamente. Me llevó alrededor de 6 meses alcanzar el final, pero valió la pena. 

Algunas frases para recordar en el futuro:

Los presos pedían a las autoridades que tuvieran a bien elevar la altura del muro de la prisión, porque los vecinos lo saltaban fácilmente y les robaban la ropa que ellos colgaban a secar en el patio.

A la derecha, el abogado.

A la izquierda, el fiscal.

Escalones abajo, el banquillo de los acusados, todavía vacio.

Un nuevo proceso va a comenzar.

Dirigiéndose al ujier, el juez. Alfonso Hernández Pardo, ordena: