Me gusta mucho, mucho, muuuucho Mankell. Que autor!. De el leí El ojo del leopardo, Tea-Bag y El hombre inquieto, la última novela del detective Wallander.
Creo que los libros tienen su momento, es decir, si hubiera leído este libro a los 20 años seguramente no me hubiera gustado, ni llegado, tanto como lo hizo en este momento. Con 40 jóvenes años recién estrenados, me es inevitable comenzar a realizarme planteos existencialistas de todo tipo, y esta novela me vino como anillo al dedo.
Mankell tiene el mérito, desde mi punto de vista, de realizar grandes novelas a partir de situaciones... corrientes, o por lo menos, poco espectaculares. Sus finales, sin dejar lugar a secuelas, son lo suficientemente abiertos como para librar a nuestra imaginación un desenlace final. Describe lo suficiente entorno y personajes sin llegar a aburrir. Equilibrado es la palabra que me surge para definir tanto autor como novelas.
Este equilibrio hace que uno pueda soltarlo en cualquier momento y continuar su lectura cuando sea conveniente. Lo que atenta contra mi desequilibrada personalidad, que para poner 5 javitos es condición sine qua non que el libro me impida soltarlo.
Una pequeña cita del libro que me encantó:

[...] Yo no creo en Dios, pero uno tiene derecho a crear sus propios dioses cuandos los necesita. [...]

mas información en: http://www.tusquetseditores.com/titulos/andanzas-zapatos-italianos